Cada vez son más las empresas que cuentan con soluciones tecnológicas para facilitar los procesos dentro de la misma.

Tanto para las organizaciones que nacen digitales como para las que no, la implantación de un ERP es fundamental para una buena gestión empresarial.

Si bien es cierto que la mayoría de empresas contratan de manera externa a especialistas en implantación de ERPs, es imprescindible que todo el equipo participe en cada fase de análisis, diseño, implementación y post implementación para una óptima gestión de este recurso.

Debido a que el proceso de implantación puede resultar complejo, es conveniente la colaboración entre el proveedor y el equipo de la empresa y las metodologías Agile pueden ser de gran ayuda.

Las metodologías Agile, se muestra como una recopilación de acciones donde los equipos tienen la posibilidad de llevar a cabo en iteraciones denominadas ‘sprints’. Este enfoque iterativo contribuye a crear un valor comercial de manera rápida. Las prácticas ágiles tienen la posibilidad de ayudarnos a hacer evaluaciones iterativas de las implementaciones parciales (sprints), acelerando así la toma de decisiones y comprobar si el software se adapta a las necesidades requeridas.

persona con laptop

Llegados a este punto, debemos entender que la utilización de métodos ágiles en la implantación de ERPs, son prácticas que resuelven muchos problemas.

Algunas de las prácticas Agile que mejor funcionan son:

  • La formación de equipos, integrales y multifuncionales.
  • El trabajo en ciclos cortos de dos a tres semanas para mejorar la producción de manera incremental.
  • La utilización de soluciones y tecnologías que aceleren el desarrollo de distribución.

trabajadores mirando pantalla

Ventajas de aplicar metodologías Agile en la implantación de ERP:

  • Reducción del tiempo de planificación: la redacción de la lista de requisitos que puede cambiarse si es necesario. Esto ahorra tiempo en las primeras fases del proyecto.
  • Mejorar expectativas: Establecer unos requisitos iniciales que el producto final debe cumplir. Éstos pueden cambiar en el tiempo, al igual que el orden de prioridad con el que se desea que se desarrollen.
  • Flexibilidad a los cambios: el producto se va entregando por partes, lo que permite hacer cambios antes de que esté completamente terminado.
  • Se centra en el usuario: los usuarios finales podrán poner a prueba las funcionalidades del producto conforme el equipo de desarrollo las va terminando. Siempre cabe la posibilidad de sugerir cambios si encuentran errores o si echan en falta alguna funcionalidad. Ellos son los que tendrán que incorporar el programa a su rutina de trabajo diaria, y saben cuáles son las herramientas que necesitan.
  • Transparencia: se puede comprobar el estado de desarrollo del producto final.
  • Mayor productividad: se elimina burocracia y se mejora la comunicación de los equipos. La documentación generada de un proyecto agile es mucho menos extensa que la producida en proyectos más tradicionales. Reducción de riesgos: el producto final ha sufrido una larga lista de comprobaciones por multitud de miembros del equipo.

equipo trabajando ante ordenador

Según diferentes estudios, se ha comprobado que las empresas que utilizan metodologías Agile tienen un 70% más de resultados positivos, así como una mejor focalización en el cliente, un time to market menor, una reducción de costos y un mayor compromiso del equipo.

En Singular Consulting estamos comprometidos con esta metodología, que nuestro equipo de expertos pone en práctica con todos nuestros clientes, para facilitar la comprensión desde el inicio hasta el final de cada solución o producto a implementar.
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